CRITICA: W! Noche Edipo - pagina12 por J. Cejas

“W ! ( NOCHE EDIPO )
del GRUPO “PATA DE MUSA TEATRO”


Edipo es un niño abandonado por sus padres en una calesita,el lugar indicado para perder la razón y dejarse llevar por una historia que marea y que invierte los roles , “un lugar en el que siempre se paga”,un lugar que desafía al destino y en el que sacar la sortija nos llevará al destierro.

El actor Miguel Bosco, es W, un narrador que apela a un cuento conocido por el imaginario colectivo, de la misma manera en que los textos de la tragedia y la comedia griega eran conocidos de memoria por los espectadores de su época.
Despues que Freud abrevó en la tragedia de Sófocles para plantear su polémico tema del complejo de Edipo como parte de el drama por el que pasamos todos los humanos en el proceso de formación de nuestra personalidad;no hay lugar para la inocencia.
En "W!(Noche Edipo), última propuesta dramática de el Grupo “Pata de Musa Teatro”,el director Esteban Goicoechea y el actor Miguel Bosco fundamentan su acertada elección de una de las obras cumbres de la cultura occidental que pareciera retornar para plantear otros interrogantes. Y como ocurría en los tiempos de Sófocles, la expectativa de los espectadores vuelve a girar sobre la forma en la que un argumento conocido vuelve a demostrar su capacidad de asombrar y establecer puntos de contacto con una realidad que va más allá de los tiempos en los que fue concebido.

La puesta enmarcada en una sobriedad que privilegia el contacto directo del protagonista con el público,crea el clima necesario para volver a recuperar un espacio perdido en el teatro de los últimos años: el tiempo de la escucha.
Ya no hay oídos predispuestos a escuchar atentamente una historia que aparezca cruda y sin efectos especiales,una historia que no se apoye en el regodeo de las imágenes y los despliegues técnicos que son tan certeros a la hora de entretener y conmover sin dejar resquicios para el esfuerzo que implica ir más allá del divertimento.
¿Cómo contar una historia hoy?, una historia trágica que perturbe y nos implique no como pasivos espectadores,sino como protagonistas de una tragedia que subyace más allá de la ceguera cotidiana que construyen día a día los medios de comunicación y la cultura del aturdimiento.

Los integrantes del grupo Pata de Musa Teatro, vienen trabajando hace algunos años en este asunto y Goicoechea en el año 2007 ensayaba ya en su lograda obra "Intervenidos”, un proceso donde se reconstruía el procedimiento dramático y la trama era un pretexto para investigar el tema de los límites entre la realidad y la ficción.

En “W, Noche Edipo”, el actor pareciera estar reconstruyendo permanentemente en su cuerpo, los avances de ese proceso que lo impulsa a hablar,con la necesidad imperiosa de que alguien lo escuche, por eso se inventa un itinerario de atractivos atajos para poder incendiar al espectador con una historia que por momentos lo distraiga ,una distracción que lo prepare para poder digerir un entramado en que lo trágico lo incluye como parte vital del juego.
Y entonces el actor-narrador será Edipo,Yocasta,Tiresias,Layo y todos los hijos abandonados por los padres,o los hijos que buscan desesperados la verdad acerca de su origen, y será tambien el desterrado y el desaparecido; fantasmas de una realidad que sigue pariendo mártires más allá del destino.
Un narrador en ropa de calle acompañado por una copa de vino que pareciera no agotarse nunca como la sangre de su historia y de todas las historias que siguen goteando un vino fatal ,opuesto al vino báquico de las fiestas,generador de las grandes pasiones y amigo de la vida.
W agita un bastón que se convierte en la espada implacable que a la vuelta de un cruce de caminos,sellará la suerte de Edipo y lo convertirá en un paria que sin saberlo cumplirá los designios que le estaban reservados cuando fuera abandonado por su padre para salvarlo de un destino que lo condenaba al fraticidio para después ser el esposo de su propia madre.
Un teléfono en escena irrumpe para interrogar al narrador acerca de los detalles de la historia que intenta contar;una especie de conciencia externa que podria ser la del dramaturgo o el director, reclama su presencia en escena y delata el artificio.

W se plantea el compromiso angustiante e impostergable del actor :”-¡yo voy hablar ,hablar, contar..!” hasta que en uno de los momentos más perturbadores de la obra, desgarrado por lo que tiene que contar,tratará de mutilar el órgano indispensable para esa función, de la misma manera en que Edipo cegará sus ojos porque ya ha visto demasiado.

La obra ganadora del Concurso de Coproducciones 2008 organizado por el Area Artes Escénicas de la Municipalidad de Rosario,cuenta con la asistencia técnica de Paola Chávez y dirección de Esteban Goicoechea, y se puede ver todos los domingos a las 21 horas en el Teatro C.E.T de calle San Juan 842.

Julio Cejas